Historia

Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta




lunes, 29 de noviembre de 2010


Esperar.
Esperar, una palabra simple y compleja a la vez... tan fácil de decir y tan difícil de hacer que casi nos destruye.

La espera en las mariposas no existe, en una vida tan hermosa para el afuera y tan compleja en el adentro (nuestro), en la vida de las mariposas que es un flash, un instante, una eternidad de segundos, algo efímero, pero tan hermoso que es inexplicable, la espera se vuelve turbia... pero llegar a destino hace de ese momento efímero algo increible, como si no cabríamos en nuestro mismo cuerpo... como si lo abandonaramos por un instante y nos tranformaramos en colo
res, sonidos, en aura y oscuridad a la vez, en risa y llanto de felicidad, en agua, tierra, fuego, aire, una caída libre sin fin... que dura momentos.

pero nosotras, bichas aladas, cosas verdes, juntitas podemos lograr que nuestra espera sea un poquito menos difícil porque hacemos nuestro vuelo ligero soltando todo lo malo, y emparchandonos las alitas entre las dos...
Es un camino de ida, con un final sin predecir, y un camino que poco a poco estoy aprendiendo a volar con vos... y eso me gusta mucho!

nuestra espera tendrá frutos, y vamos a ser felices, te lo prometo.





"... ya no me caigo cuando vuelvo, porque estoy con vos... abro mis brazos y te recibo, amor ! ..."



te adoro mucho flora mía... tendremos paz, ya lo verás



Mariposa ~

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